Para lograr armonía, Koolhaas diseñó el edificio para elevarlo del suelo y buscaba absorber la vida de la calle y minimizar el impacto en el sitio, en lugar de construir un edificio pesado e incompatible, borrando la vida pura y ordinaria de esta zona. Al abrir la primera planta y equiparla con suficiente iluminación, la gente tiene libertad para estar y acceder al edificio. Al abrir la planta baja, se pudo absorber el movimiento de la multitud. Luego, el edificio permitió que la gente entrara fácilmente para congregarse en este espacio y disfrutar de la caminata entre el Gran Teatro (1500 asientos), el Teatro Esfera (800 asientos) y el Tercer Teatro (800 asientos).

La planta baja (1.ª y 2.ª planta) es de libre acceso. Una de las principales características es el acceso peatonal entre los edificios, lo que permite el acceso a todas las actividades. Por lo tanto, se han instalado numerosas luminarias lineales colgantes, impermeables y personalizadas, tanto en la 1.ª como en la 2.ª planta, para proporcionar una iluminación adecuada. Además, este edificio, que penetra en el espacio, permite al público ver y comprender el interior y el exterior del teatro. Todo lo que ocurre en el edificio, como los ensayos, las reposiciones, la presencia en el restaurante o incluso la presencia de la obra, se puede apreciar y comprender. Como dijo Koolhaas, su objetivo es emancipar los procesos que se llevan a cabo en el edificio y que cada trabajador sea visto y reconocido por el público. Lo más importante es que Rem Koolhaas intenta evitar el proceso de gentrificación. Para crear un mejor ambiente de trabajo para todos en este edificio, el equipo Koolhaas adoptó vidrios en la pared exterior para que la luz solar entre al edificio, y los complementó con luminarias personalizadas para proporcionar suficiente luz para que los usuarios puedan experimentar más.

Al seguir el circuito público, diseñado en color naranja, el público puede ver más detalles de las actividades dentro del teatro. Koolhaas también mencionó que muchos teatros se construyeron con un auditorio completo sin interacción ni consolidación, y sin valor entre el escenario y detrás de la pantalla para la tecnología. Para ofrecer una gran sinergia, Koolhaas organizó de forma innovadora y creativa los tres teatros en un cubo, lo que permitió que estos tres teatros se extendieran y se utilizaran adecuadamente, creando un espacio enorme como el de una gran fábrica.